Se calcula que la acidez estomacal afecta a un 10%-20% de la población. Si bien, la sensación creada por el reflujo gástrico no es siempre fácil de reconocer. ¿A qué se debe la acidez estomacal? ¿Cómo podemos evitarla? Te contamos más en el post de hoy.
¿Qué es el reflujo estomacal?
El reflujo estomacal, también llamado reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno en el que el contenido del estómago fluye hacia el esófago, lo cual puede causar síntomas como acidez estomacal, regurgitación, dolor en el pecho y dificultad para tragar. El esfínter esofágico inferior (EEI) es un anillo muscular en la parte inferior del esófago que normalmente evita que los contenidos del estómago retrocedan hacia el esófago. Cuando este músculo no funciona correctamente, se produce el reflujo gastroesofágico.
Se calcula que la acidez estomacal afecta a un 10%-20% de la población. Si bien, la sensación creada por el reflujo gástrico no es siempre fácil de reconocer. ¿A qué se debe la acidez estomacal? ¿Cómo podemos evitarla? Te contamos más en el post de hoy.
¿Qué es exactamente una vacuna?
Una vacuna es una sustancia que se utiliza para estimular el sistema inmunológico del cuerpo con el fin de crear una respuesta inmunológica protectora contra una enfermedad específica. Las vacunas suelen contener fragmentos debilitados o inactivados de un patógeno (como virus o bacterias), proteínas o toxinas producidas por el patógeno, o incluso versiones genéticamente modificadas del mismo. Cuando una persona recibe una vacuna, el sistema inmunológico reconoce estos componentes como extraños y crea una respuesta defensiva para combatirlos.
El proceso de vacunación ayuda al sistema inmunológico a desarrollar una memoria inmunológica, de manera que, si la persona se expone posteriormente al patógeno real, su sistema inmunológico puede responder de manera más efectiva y rápida, protegiéndola de la enfermedad o reduciendo la gravedad de la misma.
¿Por qué son importantes las vacunas?
Las vacunas han sido fundamentales en la prevención y control de muchas enfermedades infecciosas graves a lo largo de la historia y han tenido un impacto significativo en la salud pública al salvar vidas y prevenir la propagación de enfermedades contagiosas.
Tal y como te contábamos esta semana en redes sociales, el colágeno es una proteína clave para la salud y apariencia de la piel, y desempeña un papel fundamental en su estructura y función. ¿Cuáles son entonces sus beneficios?
- Firmeza y elasticidad: El colágeno forma una red de fibras en la dermis (la capa media de la piel) que proporciona soporte estructural, lo que contribuye a prevenir la flacidez y las arrugas.
- Hidratación: El colágeno también ayuda a mantener la piel hidratada al retener agua en la matriz extracelular de la dermis. Una piel bien hidratada parece más saludable y joven.
- Reparación y regeneración: Cuando la piel se daña debido a factores como la exposición al sol, el colágeno juega un papel en el proceso de reparación y regeneración de las células cutáneas. Esto contribuye a una piel más suave y uniforme.
- Reducción de arrugas y líneas finas: Con el envejecimiento, la producción de colágeno disminuye, lo que puede llevar a la formación de arrugas y líneas finas. Suplementos de colágeno o tratamientos tópicos pueden ayudar a reducir la apariencia de estas arrugas.
- Cicatrización de heridas: El colágeno es esencial para la cicatrización de heridas en la piel. Ayuda a formar tejido cicatricial y a regenerar la piel dañada.
- Protección contra los rayos UV: El colágeno también puede ayudar a proteger la piel contra los daños causados por la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol. Esto es importante para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y el riesgo de cáncer de piel.
- Mejora de la textura y apariencia de la piel: La presencia adecuada de colágeno en la piel puede mejorar su textura, suavidad y brillo, lo que contribuye a una apariencia saludable.
Es importante recordar que la salud de la piel no depende solo del colágeno, sino también de otros factores como la nutrición, la hidratación, la protección solar y el estilo de vida en general. Mantener una dieta equilibrada, beber suficiente agua y proteger la piel del sol son prácticas fundamentales para preservar la salud y la belleza de la piel.
¿Cómo podemos compensar la pérdida de colágeno en la piel con el paso de los años?
El colágeno es una proteína que se produce naturalmente en el cuerpo, pero a medida que envejecemos, la producción puede disminuir. Hay varias formas de obtener colágeno para mantener la salud de la piel y de otras partes del cuerpo. Aquí tienes algunas opciones:
El día mundial de la salud mental vuelve a poner el foco en esta importante problemática que a veces resulta tan difícil de abordar. Este año el foco se ha puesto en “la salud mental es un derecho humano universal” y en su honor hoy hemos decidido ahondar más en este tema.
Se calcula que 1 de cada 8 personas en el mundo padecen algún trastorno mental, mientras que en España los últimos estudios indican que esta cifra se sitúa en alrededor de 1 de cada 4 personas de más de 15 años. Hoy te contamos cuáles son las enfermedades más comunes:
Trastornos de salud mental más comunes
Depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una profunda tristeza, pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y sentimientos de desesperanza. Puede interferir significativamente en la vida cotidiana. En 2021 casi 3 millones de personas tenían un diagnóstico de depresión en España.
Reforzar nuestras defensas es muy importante para conservar una buena salud y prevenir enfermedades, ya que el sistema inmunológico, es el responsable de defender al cuerpo contra patógenos como bacterias, virus y otros agentes nocivos. Gracias a un cuidado constante y unas rutinas adecuadas, nuestras defensas se refuerzan con las consiguientes ventajas.
Efectos de un sistema inmunológico fuerte
- Protección contra enfermedades infecciosas: Un sistema inmunológico fuerte es fundamental para combatir y prevenir infecciones. Cuando las defensas están debilitadas, es más probable que una persona enferme y que las infecciones sean más graves.
- Respuesta efectiva a vacunas: Para que las vacunas sean efectivas, el sistema inmunológico debe estar en buen estado. Reforzar las defensas puede ayudar a que las vacunas sean más eficaces, protegiendo contra enfermedades prevenibles.
- Recuperación más rápida: Cuando se contrae una enfermedad, un sistema inmunológico fuerte puede ayudar a una temprana recuperación. Las defensas sólidas pueden combatir la infección de manera más eficiente y reducir la gravedad de los síntomas.
- Reducción del estrés oxidativo: El estrés oxidativo puede dañar las células, contribuir al envejecimiento prematuro y a enfermedades crónicas. Un sistema inmunológico saludable puede ayudar a reducir el estrés oxidativo y promover la longevidad.
- Mayor resistencia a alergias: También puede ayudar a reducir la susceptibilidad a las alergias, ya que se responde de manera adecuada a los alérgenos y se mantienen las respuestas alérgicas bajo control.
- Protección contra enfermedades crónicas: Se ha observado que un sistema inmunológico fuerte está relacionado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
- Bienestar general: Reforzar las defensas no solo se trata de prevenir enfermedades, sino también de mantener un estado general de bienestar, haciendo que nos sintamos más enérgicos y resistentes a las tensiones del día a día.
Para reforzar las defensas, es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya rutinas adecuadas. Entre los hábitos y acciones más beneficiosos para tu sistema inmunológico en el largo plazo se encuentran las siguientes.
Estrategias y hábitos para fortalecer y cuidar tus defensas
- Dieta equilibrada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables proporciona al cuerpo los nutrientes esenciales para mantener un sistema inmunológico fuerte. Algunos nutrientes clave incluyen vitamina C, vitamina D, zinc y antioxidantes. Además, es conveniente evitar el exceso de azúcar y grasas saturadas.
- Hidratación: Beber suficiente agua a diario es esencial para mantener el equilibrio de los fluidos en el cuerpo y para que el sistema inmunológico funcione correctamente.
- Ejercicio regular: La actividad física regular puede mejorar la circulación sanguínea, reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico. No hace falta que se trate de una intensidad alta, puedes tratar de incorporar ejercicio moderado en tu rutina diaria.
- Sueño adecuado: Dormir lo suficiente es fundamental para la regeneración del sistema inmunológico. Intenta mantener una rutina de sueño regular y asegúrate de dormir de 7 a 9 horas por noche.
- Gestión del estrés: El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico. Practicar técnicas que ayudan a lidiar con el estrés, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, puede ser beneficioso.
- Buena higiene: Lavarse las manos regularmente y mantener una buena higiene personal puede prevenir la propagación de gérmenes y reducir el riesgo de infecciones.
- Evitar el tabaco y el exceso de alcohol: El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden debilitar el sistema inmunológico.
- Vacunas: Mantente al día con las vacunas recomendadas por tu profesional de la salud, ya que ayudan a prevenir enfermedades infecciosas.
- Suplementos: En algunos casos, los suplementos dietéticos pueden ser útiles para llenar posibles deficiencias de nutrientes. Consulta con un experto antes de hacerlo.
- Contacto social: Mantener relaciones sociales saludables y emocionalmente satisfactorias puede tener un impacto positivo en la salud mental, lo que a su vez puede fortalecer el sistema inmunológico.
- Descanso y relajación: Dale a tu cuerpo tiempo para descansar y recuperarse. El agotamiento crónico puede debilitar el sistema inmunológico.
- Consulta a un profesional de la salud: Si tienes preocupaciones sobre tu sistema inmunológico o tu salud en general, no dudes en hablar con un médico o un profesional de la salud. Pueden proporcionarte orientación específica según tus necesidades individuales.
Recuerda que el sistema inmunológico es complejo y multifacético, y cuidarlo es un proceso continuo. Adoptar un estilo de vida saludable y seguir estas pautas puede ayudarte a fortalecer tus defensas y mantener una buena salud a largo plazo. ¡No dudes en consultarlo con nosotras si quieres que te informemos sobre suplementos alimenticios y sus efectos en tu bienestar, quieres conocer más detalles sobre el calendario de vacunación o requieres un servicio de asesoramiento nutricional!
Estamos en proceso de cambio de chip para despedirnos del verano (que siempre se hace demasiado corto). En estos meses en los que hemos tomado el sol más de lo habitual, la piel nota los efectos del cambio en nuestro estilo de vida, especialmente cuando no la protegemos como deberíamos. Aunque en primera instancia puede parecer que los efectos también son positivos, vamos a ver que las consecuencias negativas superan a las positivas:
Efectos positivos del sol
- Bronceado: Uno de los fines de muchas personas que prefiere verse con algo de “color” en la piel.
- Vitamina D: La exposición controlada al sol es una fuente natural de vitamina D, que es esencial para la salud ósea y la función del sistema inmunológico.
- Mejora de la piel grasa: Algunas personas notan que su piel grasa mejora en verano debido a la mayor sudoración y a la exposición al sol, que puede secar el exceso de aceite.
Efectos negativos del sol en la piel
- Quemaduras solares: La exposición excesiva al sol sin protección puede causar quemaduras solares, que a su vez pueden ser dolorosas y dañinas para la piel.
- Envejecimiento prematuro: La radiación ultravioleta (UV) del sol puede dañar las fibras de colágeno y elastina de la piel, lo que puede llevar a arrugas, líneas finas y flacidez prematura.
- Hiperpigmentación: El sol puede provocar un aumento en la producción de melanina, lo que puede dar lugar a manchas oscuras en la piel, como el melasma o las pecas solares.
- Deshidratación: La exposición al sol y la sudoración pueden llevar a la deshidratación de la piel, haciendo que luzca seca y áspera.
- Alergias solares: Algunas personas pueden experimentar alergias solares, que se manifiestan como erupciones cutáneas, picazón o enrojecimiento en la piel.
- Cáncer de piel: La exposición crónica al sol sin protección aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, como el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
Para minimizar los efectos negativos del verano en la piel, es importante tomar precauciones, como aplicar protector solar regularmente, usar ropa protectora y sombreros, buscar sombra cuando sea posible y evitar la exposición al sol en las horas pico. Además, mantener una rutina de cuidado de la piel que incluya limpieza, hidratación y protección solar es fundamental para mantener la piel sana y hermosa durante y después del verano.
Una vez terminado el verano, es recomendable preparar la piel para restaurarla y mantener su salud y apariencia. Te dejamos algunos consejos que creemos que te ayudar a mantener tu piel sana y cuidada después del verano:
La cantidad de productos disponibles para el cuidado de la piel pueden resultar perjudiciales si no se usan correctamente o se complementan con otros que provocan efectos indeseados. Este factor, junto con el exceso de exposición solar durante los meses de verano, puede resultar dañino para la epidermis, la capa más externa de la piel que actúa como una barrera protectora contra el entorno. Hoy te contamos más acerca de las causas, las señales y cómo tratar una epidermis dañada.
Causas de una epidermis dañada
- Lesiones mecánicas: Cortes, raspaduras, abrasiones y herida. Este tipo de daños pueden variar en gravedad en función de la profundidad y extensión de la lesión.
- Quemaduras: ya sean térmicas, químicas o eléctricas, pueden afectar la epidermis y las capas inferiores de la piel. Las quemaduras graves pueden causar daños significativos y requerir atención médica inmediata.
- Exposición solar: La radiación ultravioleta del sol provocar quemaduras solares. Con el tiempo, la exposición repetida al sol sin protección puede aumentar el riesgo de daños más graves, como el envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer de piel.
- Productos químicos: La exposición a productos químicos irritantes o corrosivos puede causar irritación, enrojecimiento, inflamación y, en algunos casos, quemaduras químicas.
- Infecciones: bacterianas, virales u fúngicas también pueden causar inflamación, enrojecimiento, picazón y otros síntomas. Rascarse las áreas afectadas puede empeorar el daño.
- Alergias: Algunas personas pueden desarrollar reacciones alérgicas en la piel cuando están expuestas a alérgenos, como ciertos productos cosméticos, plantas o metales. Estas reacciones pueden causar irritación y daño.
- Enfermedades de la piel: Algunas afecciones dermatológicas, como el eczema, la psoriasis y la dermatitis, pueden /causar enrojecimiento, picazón, descamación y otros síntomas.
- Trauma repetitivo: El uso excesivo de exfoliantes abrasivos, la fricción constante o la manipulación agresiva de la piel pueden dañar la epidermis con el tiempo, debilitando su barrera protectora natural.
Es importante cuidar y proteger la piel para evitar daños innecesarios. El uso de protector solar, mantener la piel hidratada, usar productos adecuados para el cuidado de la piel y tomar medidas para evitar lesiones físicas pueden ayudar a preservar la salud de la epidermis. Si experimentas un daño significativo en la piel o tienes preocupaciones sobre su salud, es recomendable buscar la opinión de un profesional médico.
Cómo detectar daños en la epidermis
Detectar daños en la epidermis puede variar según la gravedad y la causa del daño. Aquí hay algunas señales que podrían indicar que tienes la epidermis dañada:
Con motivo de la semana mundial de la lactancia del 1 al 7 de agosto, hemos decidido centrar el post de hoy en las distintas etapas en las que se puede dividir el embarazo, cada una con sus propias características y cambios.
Las principales fases del embarazo
- Concepción: Como su propio nombre indica, esta es la fase en la que ocurre la fecundación del óvulo por un espermatozoide en las trompas de Falopio, formando un óvulo fertilizado llamado cigoto.
- Segmentación y desarrollo inicial: Después de la concepción, el cigoto se divide en múltiples células a medida que viaja hacia el útero. Durante esta fase temprana, se forma un blastocisto que se implanta en el revestimiento del útero.
- Primer trimestre: Comienza con la implantación del blastocisto en el útero y termina al final de la semana 12. Durante este período, se forman los principales órganos y sistemas del feto. En ocasiones, durante esta fase la madre experimenta síntomas como náuseas matutinas, cansancio, aumento de la sensibilidad en los senos y cambios emocionales.
- Segundo trimestre: Se extiende desde la semana 13 hasta la semana 27. En esta fase, el feto crece rápidamente y se vuelve más activo. La madre suele experimentar una disminución de las náuseas y puede sentir los primeros movimientos del bebé.
- Tercer trimestre: Comprende desde la semana 28 hasta el nacimiento del bebé. Durante esta etapa, el feto continúa creciendo y ganando peso. La madre puede experimentar mayor incomodidad debido al tamaño del bebé y a los cambios en su cuerpo.
- Parto y nacimiento: Esta es la fase final del embarazo en la que el bebé es expulsado del útero y nace. El parto puede ocurrir de diferentes maneras como parto vaginal o cesárea, dependiendo de la situación específica.
Así mismo, durante el embarazo, se producen varias hormonas que son fundamentales para su correcto desarrollo, así como para el crecimiento y la salud del feto. Algunas de las hormonas más importantes que se segregan durante el embarazo son:
Hormonas del embarazo
- Hormona gonadotropina coriónica humana (hCG): La hCG es la primera hormona que se produce después de la concepción. Es liberada por la placenta y juega un papel crucial en el mantenimiento del cuerpo lúteo en el ovario, lo que asegura la producción continua de progesterona durante el primer trimestre para apoyar el útero y el desarrollo temprano del feto. Esta es también es la hormona que se detecta en las pruebas de embarazo.
- Progesterona: Es producida por el cuerpo lúteo en el ovario durante las primeras semanas de embarazo y luego principalmente por la placenta. La progesterona es esencial para mantener el revestimiento del útero y proporcionar un ambiente adecuado para el desarrollo del feto. También ayuda a prevenir el parto prematuro.
- Estrógeno: También es producido principalmente por la placenta durante el embarazo. El estrógeno ayuda en el desarrollo de los órganos y tejidos del feto, así como en la preparación de las glándulas mamarias para la lactancia materna.
- Relaxina: Esta hormona es producida por la placenta y los ovarios. Ayuda a relajar los músculos y los ligamentos en la pelvis, lo que permite la expansión del útero a medida que el bebé crece y se prepara para el parto.
- Hormona lactógena placentaria humana (hPL o hCS): Producida por la placenta, esta hormona tiene como objetivo aumentar los niveles de nutrientes y glucosa en la sangre materna para el desarrollo del feto. También juega un papel en la preparación de las glándulas mamarias para la lactancia.
- Prolactina: Esta hormona es responsable de la producción de leche materna después del parto. Aunque su producción aumenta durante el embarazo, su función principal se activa después del nacimiento del bebé.
Estas hormonas trabajan en conjunto para mantener y apoyar el embarazo, así como para preparar el cuerpo de la madre para el parto y la lactancia materna. Es importante que todas estén equilibradas y reguladas adecuadamente para un desarrollo y un embarazo saludable. Su aparición o aumento durante la gestación y el posterior descenso hormonal que sufre el cuerpo pueden dar lugar a cambios y altibajos en el humor.
Durante el verano podemos tomarnos un descanso vacacional que nos permita alejarnos de las posturas incomodas del día a día que pueden provocarnos dolores de espalda. Para cuidar tu cuerpo durante todo el año, e incluso también durante estos días, te recomendamos varios deportes que pueden ayudar a mejorar la postura al fortalecer los músculos del núcleo, la espalda y el cuello, así como alentar una alineación adecuada del cuerpo.
Los deportes que pueden beneficiar la postura
- Pilates: Esta disciplina se centra en fortalecer los músculos centrales y mejorar la estabilidad del cuerpo, lo que puede conducir a una postura más saludable. Además, con la ayuda de una esterilla o mat de pilares podrás practicar este deporte fácilmente incluso durante tus vacaciones.
- Yoga: este deporte combina posturas físicas con técnicas de respiración y meditación. Ayuda a fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, lo que puede contribuir a una mejor postura. Al igual que el pilates, puede practicarse fácilmente y requiere poco material.
- Natación: Nadar es un ejercicio de bajo impacto que fortalece los músculos de todo el cuerpo, incluyendo los de la espalda y los hombros. La flotabilidad del agua también ayuda a aliviar la presión sobre la columna vertebral y si este verano viajas a un sitio con piscina o playa podrás ponerlo en práctica sin problema.
- Ballet: La danza clásica, como el ballet, requiere una buena postura para lograr los movimientos elegantes. Las clases de ballet pueden ayudar a fortalecer los músculos abdominales, de la espalda y de las piernas, lo que puede tener un impacto positivo en la postura. Aunque no es tan fácil llevarlo a cabo desde casa, dar clases de ballet resulta una buena opción como alternativa a otros deportes.
- Tai Chi: Esta antigua forma de arte marcial chino se caracteriza por movimientos lentos y fluidos que mejoran la fuerza, la flexibilidad y la conciencia corporal. El Tai Chi promueve una postura adecuada y una alineación correcta del cuerpo, por lo que es uno de los deportes más recomendados para evitar dolores y lesiones.
Recuerda que, además de practicar deporte, es importante mantener una postura correcta en la vida cotidiana, como sentarse erguido, mantener los hombros relajados y evitar encorvarse. Este cuidado de la forma en la que nos movemos puede aportarnos numerosos beneficios, como los siguientes.
No nos cansamos de mencionar la importancia de aplicar crema solar todos los días y con más razón aún en verano, pero también es necesario que nos acordemos en estas fechas de mantener el cuidado del cabello. Tener una buena rutina capilar es fundamental para conservar un cabello saludable y radiante. Aquí te proponemos algunos pasos que podrán ayudarte a hacerlo fácilmente:
Rutina capilar
- Determina tu tipo de cabello: para poder cuidar tu cabello adecuadamente es importante que averigües si tu cabello es graso, seco, normal o mixto, ya que esto te ayudará a elegir los productos adecuados.
- Lava tu cabello correctamente: Utiliza un champú suave y sin sulfatos para evitar dañar tu cabello. Asegúrate de masajear suavemente el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea. Enjuaga bien el champú para evitar residuos.
- Acondiciona tu cabello: Después de lavarlo, aplica un acondicionador adecuado para tu tipo de cabello. Evita aplicarlo directamente en las raíces para evitar que el cabello se vuelva graso y lacio. Deja actuar el acondicionador durante unos minutos y luego enjuaga con agua fría para sellar la cutícula del cabello y darle brillo.
- Hidrata tu cabello regularmente: Utiliza una mascarilla capilar o un tratamiento acondicionador profundo una vez a la semana para hidratar y nutrir tu cabello. Estos productos ayudan a restaurar la humedad y la suavidad.
- Evita el uso excesivo de calor: El calor excesivo de las herramientas de peinado como secadores, planchas y rizadores puede dañar tu cabello. Si es posible, deja que tu cabello se seque al aire libre y reduce la frecuencia de uso de herramientas calientes. Siempre utiliza un protector térmico antes de aplicar calor.
- Cepilla tu cabello con cuidado: Utiliza un cepillo de cerdas suaves o un peine de dientes anchos para desenredar tu cabello. Comienza desde las puntas y avanza hacia las raíces para evitar la rotura.
- Aliméntate de manera saludable: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para tener un cabello saludable. Asegúrate de consumir suficiente proteína, vitaminas y minerales, como hierro, zinc y vitamina E, que son importantes para la salud del cabello.
- Protege tu cabello del sol: Los rayos UV pueden dañar tu cabello, así que asegúrate de protegerlo usando sombreros o pañuelos cuando estés expuesto al sol durante largos períodos de tiempo.
- Limita el uso de productos químicos: Los productos químicos agresivos, como tintes, permanentes y alisados químicos, pueden debilitar y dañar tu cabello. Trata de limitar su uso o busca alternativas más suaves y naturales.
- Mantén una rutina constante: La consistencia es clave para una buena rutina capilar. Sigue estos pasos regularmente y ten paciencia, ya que los resultados pueden llevar tiempo.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante ajustar tu rutina capilar según tus necesidades específicas. Si tienes preocupaciones o problemas capilares graves, te recomendamos consultar a un dermatólogo u otro profesional para obtener una orientación personalizada.
Los resultados de la rutina
- Hidratación y nutrición: Al utilizar productos adecuados para tu tipo de cabello, le proporcionas la hidratación y los nutrientes necesarios para mantenerlo suave, manejable y con un aspecto saludable. Esto ayuda a prevenir la sequedad, la fragilidad y las puntas abiertas.
- Fortalecimiento del cabello: Al cuidar adecuadamente tu cabello, puedes fortalecerlo desde la raíz hasta las puntas. Una rutina capilar adecuada puede ayudar a prevenir la rotura, la caída excesiva y otros problemas capilares, lo que resulta en un cabello más resistente y menos propenso a daños.
- Mejora del crecimiento del cabello: Al conservar un cuero cabelludo limpio y saludable, promueves un ambiente propicio para el crecimiento del cabello. Una buena circulación sanguínea en el cuero cabelludo, que se puede lograr mediante masajes suaves durante el lavado, puede estimular los folículos capilares y favorecer un crecimiento saludable del cabello.
- Aspecto más brillante y suave: Al proporcionar hidratación y nutrición adecuadas, tu cabello adquirirá un aspecto más brillante y sano. Una rutina capilar adecuada puede ayudar a combatir el encrespamiento, mejorar la textura y darle un aspecto más radiante al cabello.
- Mejora de la salud del cuero cabelludo: Una buena rutina capilar no solo beneficia el cabello, sino también el cuero cabelludo. Mantener un cuero cabelludo limpio y equilibrado puede ayudar a prevenir problemas como la caspa, la picazón y la irritación.
Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar según cada persona y su tipo de cabello. La consistencia y el uso de productos adecuados son clave para obtener los mejores resultados. Como siempre, no dudes en consultarnos a nosotras, te ayudaremos con el diagnóstico sobre tu tipo de cabello e incluiremos una recomendación con los productos más adecuados para ti.
Como hemos recalcado estas últimas semanas, en Farmacia Fuente del Berro queremos incidir en la importancia de tener unos pies sanos. Su cuidado variará en función de nuestras rutinas, nuestra genética y según factores externos (en verano, por ejemplo, es más fácil que se sequen y se agrieten debido al tipo de calzado y a las altas temperaturas).
¿Por qué es importante cuidar la salud de los pies?
- Funcionalidad y autonomía: Evidentemente, los pies son fundamentales para nuestra movilidad y capacidad de desplazarnos. Un buen cuidado de los pies ayuda a mantener su funcionamiento adecuado, evitando problemas que puedan dificultar la capacidad de caminar y realizar actividades diarias.
- Prevención de lesiones como torceduras, esguinces o fracturas. Al cuidarlos adecuadamente, se fortalecen los músculos y se mejora la estabilidad y resistencia de los pies, lo que reduce el riesgo de lesiones.
- Prevención de problemas cutáneos: Los pies son propensos a desarrollar problemas cutáneos por lo que un buen cuidado ayuda a prevenir estas afecciones y a mantener una piel sana.
- Salud general: Al ser una parte integral de nuestro sistema musculoesquelético problemas como el desequilibrio o la mala alineación pueden afectar la postura y causar molestias en otras partes del cuerpo, como las rodillas, la espalda o las caderas. Cuidando esta parte del cuerpo contribuimos a cuidar nuestra salud en general.
- Detección temprana de problemas de salud: Los pies pueden ser indicadores de problemas de salud más serios. Por ejemplo, ciertos problemas circulatorios o neuropatías pueden manifestarse primero en los pies. Al cuidarlos y prestar atención a posibles cambios o síntomas inusuales, podemos detectar tempranamente problemas de salud y buscar la atención médica adecuada.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes que afectan a los pies?
- Hongos en las uñas (onicomicosis): Es una infección fúngica que afecta las uñas de los pies, causando cambios en su apariencia, como engrosamiento, decoloración y fragilidad. Puede causar molestias y afectar la estética de las uñas.
- Pie de atleta (tinea pedis): Es una infección micótica que afecta la piel de los pies, especialmente entre los dedos. Causa picor, descamación, enrojecimiento y fisuras en la piel.
- Callos y callosidades: Una de las más comúues (¿Quién no tiene o ha tenido callos?). Se trata de áreas de piel engrosada que se forman como resultado de la presión o fricción repetitiva. Suelen aparecer en áreas como los talones o la parte inferior de los pies. Pueden ser dolorosos y requerir tratamiento si causan molestias.
- Verrugas plantares: Son crecimientos benignos de la piel causados por el virus del papiloma humano (VPH). Se desarrollan en la planta del pie y pueden causar dolor al caminar.
- Fascitis plantar: Es una inflamación de un tejido que se extiende desde el talón hasta la base de los dedos del pie y que provoca dolor en el talón.
- Espolón calcáneo: Es un crecimiento óseo anormal en el talón, generalmente asociado con la fascitis plantar. Puede causar dolor en el talón y dificultar la movilidad.
- Neuroma de Morton: Es una inflamación del nervio interdigital en la parte anterior del pie, comúnmente entre el tercer y cuarto dedo. Causa dolor y sensación de ardor en la zona afectada.
- Hallux valgus (juanetes): Es una deformidad del dedo gordo del pie que se desvía hacia afuera, causando una protuberancia en la base del dedo. Puede ser doloroso y dificultar el uso de calzado.
Es importante recalcar que, si experimentas síntomas o problemas en tus pies, es recomendable buscar la evaluación de un profesional de la salud, como un médico o un podólogo, para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
¿Cómo podemos cuidar nuestros pies?
- Manteniendo una buena higiene: Lava tus pies diariamente con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de secarlos bien, especialmente entre los dedos, ya que la humedad puede favorecer el crecimiento de hongos.
- Hidratación: Aplica regularmente una crema hidratante en los pies para mantener la piel suave y prevenir la sequedad. Presta especial atención a los talones, que suelen ser propensos a agrietarse.
- Recorta las uñas adecuadamente: Corta las uñas de los pies rectas, sin redondear los bordes, para evitar la aparición de uñas encarnadas. Utiliza un cortaúñas de calidad y evita cortarlas demasiado.
- Utiliza calzado adecuado: Escoge zapatos que se ajusten correctamente y proporcionen suficiente espacio para tus dedos. Evita los zapatos demasiado estrechos o de tacón alto, ya que pueden causar incomodidad y deformidades en los pies.
- Usa calcetines de algodón u otros materiales transpirables que absorban la humedad y eviten la aparición de hongos. Cámbialos regularmente y evita compartir calcetines con otras personas.
- Evita caminar descalzo en lugares públicos como gimnasios, piscinas o en vestuarios.
- Realiza ejercicios y estiramientos: Fortalece los músculos de tus pies y tobillos realizando ejercicios específicos para mantener la flexibilidad y prevenir la rigidez.
- Controla el sudor excesivo: Si tus pies tienden a sudar en exceso, puedes utilizar polvos o talcos antitranspirantes para mantenerlos secos y prevenir el mal olor.
- Visita a un podólogo siempre que sea necesario: Si experimentas problemas persistentes en tus pies, como dolor, hongos persistentes o uñas encarnadas, es recomendable buscar la ayuda de un podólogo.
Recuerda que cuidar adecuadamente tus pies es esencial para mantener tu bienestar general y si tienes alguna preocupación específica acerca de tus pies, siempre es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud. ¡No dudes en consultar cualquier duda que tengas con nosotras!
¿Qué son los hongos de la piel?
Los hongos de la piel son comunes en todo el mundo, incluyendo España, donde se calcula que millones de personas sufren esta afección al menos una vez en la vida. La prevalencia de estas infecciones puede variar dependiendo de varios factores, como el clima, las condiciones de higiene y el contacto con objetos o personas infectadas.
Estos hongos, también conocidos como infecciones micóticas cutáneas o dermatofitosis, afectan a la piel, las uñas o el cuero cabelludo y pueden ser causadas por diferentes tipos de hongos, como los dermatofitos (como el Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton) o las levaduras (como el Candida).
Los hongos de la piel son muy habituales y pueden afectar a personas de todas las edades y sexos. Los lugares más propensos a la infección son aquellos cálidos y húmedos, como los pies, las ingles y las axilas. Algunos ejemplos de infecciones micóticas de la piel incluyen:
Una piel sana y bonita es una de las claves para vernos mejor. Por supuesto, las cremas y tratamientos específicos harán que la piel esté más hidratada y jugosa, no obstante, como muchas veces hemos comentado, los cambios más importantes comienzan desde el interior. Por ello, en el post de esta semana vamos a centrarnos en aquellos alimentos que, dentro de una dieta equilibrada y variada, son recomendables de cara a mantener una piel sana.
Alimentos recomendables para una piel sana
- Frutas y verduras: Son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a proteger la piel del daño oxidativo. Algunas de las más recomendadas para conseguir una piel jugosa y sana son las bayas, las naranjas, los kiwis, las espinacas, las zanahorias y los tomates.
- Pescado graso: El salmón, las sardinas, el atún y la trucha son ricos en ácidos grasos omega-3, que promueven la salud de la piel y ayudan a mantenerla hidratada.
- Frutos secos y semillas: Las nueces, las almendras, las semillas de chía y las semillas de lino contienen grasas saludables, vitamina E y minerales como el zinc, que contribuyen a mantener una piel sana y radiante.
- Granos enteros: Los alimentos como el arroz integral, la avena y el pan integral contienen nutrientes como la vitamina B, el zinc y la fibra, que también pueden ayudar a mantener una piel saludable.
- Aguacate: Rico en ácidos grasos saludables y vitamina E, el aguacate ayuda a mantener una hidratación adecuada de la piel que hace que sea un ingrediente muy recomendado en nuestra dieta.
- Lácteos y yogur: Estos alimentos son fuente de vitamina A, que promueve la regeneración celular y la salud de la piel.
- Agua: Probablemente uno de los aspectos más importantes de una alimentación adecuada ya que mantenerse hidratado/a es fundamental para tener una piel sana. Beber suficiente agua ayuda a mantener la hidratación y a eliminar toxinas del cuerpo.
Insistimos en la importancia de complementar la alimentación sana con una buena rutina de cuidado de la piel, protección solar adecuada y hábitos de estilo de vida saludables en general.
Entre los efectos que podemos conseguir gracias a esta alimentación, tan recomendada para nuestra piel como para nuestra salud en general, destacan los siguientes:
La caspa es una molestia que afecta a aproximadamente el 50% de los adultos. Sus consecuencias no van más allá del indeseado efecto estético de tener pequeñas motas blancas en el pelo y en la ropa pero puede resultar incomodo a largo plazo. Hoy queremos contarte cuáles son las principales causas por las que aparece la caspa, qué tipos hay y cómo deberíamos tratar cada uno de ellos. ¿Te interesa? ¡Sigue leyendo!
¿Cuáles son las causas de la caspa?
- El cuero cabelludo tiene la piel irritada y grasa.
- La piel seca también es una causa de caspa.
- Puede deberse a un hongo de levadura que se mantiene a base de aceites del cuero cabelludo.
- La dermatitis de contacto, que se crea por la sensibilidad a productos para el lavado o el cuidado del cabello, también puede provocar la aparición de caspa.
- Otras enfermedades que afectan de esta forma a la piel son la dermatitis seborreica, la psoriasis y los eccemas.
¿Qué tipos de caspa hay?
Podemos clasificar los tipos de caspa en función de la razón o causa por la que ha aparecido, de forma que distinguimos entre:
- Caspa seca: este tipo de caspa, también denominada pitiriasis simple, es el más habitual. Se distingue por su apariencia de escamas secas y finas que se desprenden fácilmente de la cabeza, llegando a ser visibles en el pelo e incluso en la ropa. Además, esta sequedad afecta al brillo del cabello y puede llegar a producir picores.
- Caspa de tipo graso o seborreica: este tipo de caspa presenta unas escamas de mayor tamaño que las que se encuentran en la de tipo seco. Además, suelen tener un color más amarillento y pueden estar cubiertas con una sustancia algo espesa de tipo graso.
- Caspa por psoriasis: este tipo de caspa tiene que ver con una afección de la piel que produce ronchas visibles enrojecidas que producen picor e irritación y que aparecen indistintamente en varias zonas del cuerpo (suelen aparecer en los codos y rodillas, tronco y cuero cabelludo).
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Casi cualquier persona puede tener caspa, pero existen ciertos factores que aumentan las posibilidades de llegar a tenerla:
No es lo primero en lo que nos fijamos cuando vemos a alguien, pero tiene la capacidad de llamarnos la atención: hablamos de las uñas. Bien sea por su buen o mal aspecto, su influencia estética es innegable. No obstante, la importancia de la apariencia de nuestras uñas va más allá de las modas, es capaz de determinar nuestro estado de salud. ¿Cómo? Te lo contamos a continuación:
¿Qué dice el color de las uñas de nuestra salud?
- Color amarillento: El tono amarillento en las uñas es muy común y puede deberse a diferentes causas: lo más habitual es que el color aparezca como consecuencia al tabaquismo, debido a las sustancias químicas de los cigarros, o por el uso de esmaltes de forma continuada. Sin embargo, el color amarillento puede llegar a ser indicativo de problemas algo más graves relacionados con la presencia de hongos, deficiencia de nutrientes o incluso problemas en el hígado.
- Manchas blancas: Aunque hay mitos que indican que la aparición de manchas blancas en las uñas se debe a la falta de calcio, en la mayoría de los casos esta anomalía se debe a lesiones conocidas como leuconiquia, causadas por traumatismos de repetición a nivel del pliegue ungueal, el uso de detergentes, manicuras o la falta de ciertos nutrientes, aunque las causas pueden ser muy variadas.
- Color verdoso o azuladas: Si las uñas están verdosas o azuladas lo más probable es que se deba a la presencia de hongos o a una infección bacteriana. Este aspecto suele implicar unos niveles bajos de oxígeno en la sangre que pueden tener varias causas latentes relacionadas con problemas de circulación.
- Uñas pálidas: un color excesivamente blanquecino puede ser un signo de anemia.
¿Qué otros síntomas pueden mostrar las uñas?
La conjuntivitis es una de las patologías más comunes en los ojos y con la llegada de la primavera la afluencia del tipo alérgico se hace notar en las farmacias y en las consultas del médico.
La conjuntivitis, tal y como su nombre indica, es la inflamación de la conjuntiva, la membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular, y en algunos casos puede derivar en una infección: unilateral si solo se da en un ojo o bilateral si empieza en un ojo y se traspasa al otro ojo. Esta inflamación puede darse por varias causas, siendo las más comunes la bacteriana, la vírica, la alérgica y a irritativa:
- Bacteriana: la secreción suele ser más purulenta, formando legañas que se pegan los ojos. Provoca irritación, lagrimeo y rojez suele extenderse desde un ojo a otro, ya que resulta muy contagiosa.
- Vírica: la secreción es más clara y acuosa y el ojo puede presentar hiperemia (aumento del flujo de sangre). También puede provocar fotofobia e irritación y, al igual que la bacteriana, se transmite de un ojo a otro ya que es muy contagiosa.
- Alérgica: suele haber un mayor picor y la secreción suele ser clara y viscosa. En el edema es distinto ya que el párpado suele estar más inflamado en este caso. Otros síntomas que denotan este tipo de afección son el enrojecimiento, los estornudos y la rinorrea.
- Irritativa: los factores que lo desencadenan pueden ser el humo, la sequedad ambiental, los cosméticos o el contacto con cualquier sustancia que provoque la correspondiente irritación, picor y enrojecimiento.
¿Cuáles son los distintos tratamientos?
El ayuno intermitente ha sido objeto de debate debido a su recién conocida fama y a su presencia en numerosas dietas. ¿Es bueno hacer ayuno intermitente? Te lo contamos.
Cuando hablamos de ayuno intermitente, nos referimos a la falta de ingesta de alimentos y bebidas de forma deliberada durante un periodo de tiempo. Este tipo de ayuno suele limitar la comida en determinados días o reducir su consumo a ciertos momentos del día. Normalmente, se trata de limitar las horas en las que se come, mientras se alargan las de ayuno. Los alimentos que se pueden consumir durante los periodos de ingesta no están definidos, aunque en ningún caso deberían usarse para llevar a cabo atracones, especialmente de alimentos ultra procesados.
¿Es una opción segura?
Aunque puede resultar seguro para personas sanas, no es recomendable para todo el mundo, ya que su beneficio depende de diversos factores. No obstante, el efecto antiinflamatorio del ayuno también puede servir como elemento para mejorar afecciones que se asocian con la inflamación. Además, es importante destacar que, a pesar de la creencia popular, el ayuno intermitente no se concibe como parte de una dieta adelgazante.
Con motivo de la campaña gratuita de análisis de la densidad de los huesos que tuvo lugar en la farmacia el pasado 1 de marzo, esta semana vamos a hablarte de la osteoporosis.
La osteoporosis es una enfermedad de los huesos cuya principal característica es la pérdida de densidad de masa ósea, de forma que los huesos se vuelven más frágiles al tener una mayor porosidad que los hace sensibles a los golpes. El calcio y la vitamina D, son dos componentes esenciales para la salud de nuestro sistema óseo y su escasez puede contribuir a un deterioro que, normalmente, no produce síntomas hasta que se producen las primeras fracturas.
¿Qué tipos de osteoporosis existen?
Aunque es posible que la osteoporosis se desarrolle como consecuencia a otra enfermedad (osteoporosis secundaria), el tipo de osteoporosis más frecuente es el primario. Dentro de esta tipología se pueden distinguir tres grupos principales:
La mayoría de las personas han tenido alguna caries en su vida. En el mundo se calcula que más de 2.000 millones las padecen alguna vez y en España el porcentaje se sitúa entre el 30% y el 40% en la población adolescente y aproximadamente el 100% de la adulta.
Cuando hablamos de caries nos referimos al daño que sufren los dientes a causa de las bacterias que se alojan en la boca, ya que se trata de una enfermedad infecciosa microbiana. Estas bacterias pueden producir ácidos que atacan el esmalte dental o la superficie del diente de forma que, si no se llega a tratar adecuadamente y a tiempo, puede derivar en dolores, infecciones o en la pérdida del diente.
¿Qué causa las caries?
Como te adelantábamos, las bacterias de la boca son las causantes de las caries. En concreto, esto sucede cuando entran en contacto con los azúcares y almidones de los alimentos y bebidas que hemos ingerido, formando ese ácido que daña el diente y causa la pérdida de minerales en el mismo. Además, suele ir acompañado por una higiene dental deficiente y la presencia excesiva de estas sustancias en los alimentos que se consumen en el día a día.
La gingivitis es una enfermedad leve que afecta a las encías y que se produce por la acumulación de la placa bacteriana en la base del diente y encima de las encías. Esta placa bacteriana se convierte en sarro inflamando las encías sin llegar a comprometer los tejidos de soporte del diente (el hueso y el ligamento periodontal). No obstante, la falta de tratamiento de la gingivitis puede derivar en un problema mayor si llega a desarrollarse una periodontitis.
¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis?
- Las encías se inflaman. Esta inflamación puede llegar a ser difícil de detectar ya que puede ser muy leve
- El tejido de la encía cambia de color, pasando de un rosa pálido a enrojecerse e incluso volverse violáceo.
- Las encías pueden sangrar con más facilidad al cepillarlos o usar hilo dental debido a que se desarrolla una mayor sensibilidad.
- La presencia de placas y bacterias en la boca también son responsables del mal aliento.
- Debido a la sensibilidad en las encías y a su delicadeza, es común que la gingivitis provoque encías retraídas.
¿Cuáles son las causas de la gingivitis?
La causa principal de la gingivitis es la falta de una higiene bucal diaria de una forma adecuada. El cepillado de los dientes después de cada comida (o al menos dos veces al día) es imprescindible para evitar la acumulación de placa en los dientes.
Aunque esta es la base de la mayoría de los problemas de gingivitis, también es posible que una serie de factores de riesgo hagan a una persona más proclive a desarrollar esta enfermedad de las encías. Estos son: